En un mundo de mar en calma eres la ola que salpica.

Voz:
Hay curvas que dan vértigo,

Clavículas en las que te ahorcarías la tarde de un domingo cualquiera,

Mujeres por las que darías la vida,

Mujeres que te dan la vida,

Mujeres que te la arrebatan,

Mujeres,

¿Acaso se trata de algo más?

Eres el poema más bonito,

Fuego en el lienzo,

En el papel,

En el alma,

En la piel.

Arrasas con todo,

Con el conformismo,

Con la rutina,

Con las ganas de ser alguien que no se (re)conoce al mirarse al espejo

De camino a un trabajo que le llega a duras penas para el alquiler

Y que detesta,

Arrasas con eso,

Con las ganas de no reconocerte, porque quieres conocerte primero,

Con lo tóxico,

Las relaciones cerradas, la posesión, los celos.

Arrasas con los estigmas, con lo correcto o lo bien visto como moral,

Arrasas con todo lo que te arrebata la vida,

Y en un mundo de mar en calma eres la ola que salpica.

Nunca he entendido eso de ver el mar sentada en las rocas

Y no tener la tentación de meterte en el agua,

Será por eso que me he inmolado en camas que no me llamaban,

Que he peleado en guerras que pedían un poco de calma,

Será por eso que lleno las madrugadas con caladas,

Será por eso que creo en la niebla de Benedetti,

Y pienso en quién será la que se adentra en ella,

En por qué se va, en si algún día regresará y cómo lo hará,

Porque es cierto, uno no siempre vuelve como se fue,

Y pensando en eso me lleno de humo,

Le doy portazo a los miedos y ante vuestro consumismo e individualismo, me esfumo.

Miradme estoy viva,

Estoy loca,

Loca de ganas

Por vivir,

Con el dolor y el placer que todo eso conlleva.

He roto todo lo que creíais eterno e inquebrantable,

Y es que vuestras putas normas son intragables.

Y ya bastantes derrotas llevo en la boca,

Bastantes besos en los que pensaban en otras,

Bastantes copas,

Bastantes vidas rotas

Como para tragarme todo lo que vendéis como inmejorable

Y tan solo veo como escombros a barrer para construir el hogar

Del que nunca me he sentido parte.

Este poema me lo escribo a mí,

A mí que sufrí,

A mi que reí,

A mí que me caí,

A mí que sonreí a todos los que querían verme llorar,

A mí que luché,

Que peleé,

Que salí a morder con la vida en los dientes,

A mi que grité con la fuerza del león que nunca me podréis vencer,

A mí que prefiero la soledad del lobo si la manada no lo acepta,

A mí que escribo poemas en vendas con la sangre que resta,

A mí que amé,

A mí que odié,

A mí cuando no me sabía querer,

A mí que confié,

A mí que he recibido puñaladas en la espalda

Y nadie ha sabido nunca darme un puñetazo en la cara,

Y es lo que más duele es que siempre es de quien no te lo esperabas.

MissRuines.