miércoles, 6 de enero de 2016

Así seguimos, así vivimos.

Como quien ha hecho de la huida su hogar,
Quien vive por inercia para no morir de más,
Demasiado acostumbrada a la última calada,
A ocupar y colonizar la nada.

En pleno diciembre:
La peor helada,
La escarcha entre su pelo
Me dice que no nos queda nada,
Quizás sea mejor marchar,
No dejar la vida en pausa,
Solo acabar.

Ahora que los calendarios
Nos restan días
-de vida juntas-
Y nosotras seguimos sin ir a favor.
Todo se ha vuelto gris,
Salas de espera llenas
De personas que esperan
A que se les diagnostique una enfermedad
Cuya cura envenena.

No seguimos tan rotas,
Pero aún estamos más lejos de sentirnos llenas,
Suena una canción…
‘Si salimos de esta…’

Y quizás seguir,
Como sigue la vida
Sin detenernos en cada herida,
De estación en estación:
Coger trenes,
Aunque siempre te lleven al mismo rincón
De tu yo más canalla e interior.

Me he encontrado conmigo misma,
He colisionado,
Ardido,
Me he apagado
Y no he ganado.
He escapado por no dejar rehenes,
Quemado estaciones
Por perder trenes.

Y aquí seguimos,
Y así vivimos,
Siempre al margen del mundo,
Por sentirnos vivos,
Buscando frenar el ruido
Sin dejar testigos,
Seis de la mañana y sientes la necesidad de volver
A  la escena del crimen,
Dime si no es verdad que cada madrugada los fantasmas gimen,
Que abres los ojos y caminas a tientas con la locura,
Al borde del abismo,
Te da vértigo en quién te has convertido.
Se hace añicos tu vida entre tus dedos,
Se incrustan en tus uñas todos tus miedos
Seis de la mañana y siempre vuelves
A ver si en una de esas la encuentras
Y empiezas a conocerte…
‘¿A que no sabes dónde he vuelto hoy?
Donde solíamos gritar’

¿Qué poeta logrará entender a la musa?
¿Quién la dotará de vida?
Le otorgará libertad para romper los barrotes de cada poema,
Ruby Sparks.
Cada madrugada quema,
Y yo me incinero en un pasado
Envenenado,
Soy incapaz de reconocer a la de antaño.
Y llega el otoño
Y solo busco otro
(otro) motivo
Por el que olvidar sus ojos,
Olvidando también
Que fue cuando dejó de verme
Cuando todo empezó a estar roto.

Lo bueno de haber tenido tantísimas hemorragias
Entre pecho y coraza
Es que pueden atravesarme al menos seis balas
Que no sangro,
Tan sólo me despertaré sin saber quién soy, qué he hecho y si alguien me estará buscando.


MissRuines-.

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